Opinión

Ordenamiento productivo: un paso más allá de la entrega de tierras mapuche

La compra de tierras, a través del presupuesto del Fondo de Tierras y Aguas de la CONADI, ha intentado subsanar de manera institucional la histórica demanda territorial del Pueblo Mapuche, sin embargo, esta política siempre ha sido flanco de críticas. Uno de estos reclamos se centra en los tipos de inversión productiva y seguimiento de programas posterior a la entrega de éstas, pues muchas veces las comunidades no tienen herramientas ni los recursos para trabajar las tierras entregadas, tampoco conocen a nivel técnico las propiedades químicas y condiciones de los suelos, ni pueden levantar iniciativas que permitan ser autosustentables bajo una mirada de ordenamiento predial, teniendo que recurrir periódicamente a subsidios o recibir inversiones no competentes al territorio ni a la realidad de las familias mapuche.

Relacionado a lo anterior, durante los últimos meses se ha llevado a cabo una iniciativa levantada desde el mismo territorio a partir de la Dirección Regional de CONADI Biobío, a través de su Unidad de Desarrollo Indígena, proyecto donde el Instituto de Estudios Indígenas e Interculturales Ufro y profesionales de la Facultad de Agronomía, hemos venido colaborando en una propuesta de “Ordenamiento Productivo en el territorio lafkenche de Tirúa Norte”, específicamente con predios de cuatro comunidades que fueron recuperados.

Para este requerimiento, trabajamos desde un enfoque interdisciplinario y participativo, que involucra a las comunidades en el trabajo de campo junto al equipo conformado por ingenieros agrónomos y antropólogos bajo el objetivo de “ordenar e identificar los rubros productivos idóneos al territorio de cuatro comunidades indígenas según características agrícola y geomorfológicas del suelo; componentes químicos, macroclima, entre otros”. La participación se dio desde distintas aristas, por ejemplo, al momento de las tomas de muestras de los suelos para sus posteriores análisis, los dirigentes y socios de las comunidades, no solo participaron, sino que también, se les traspasaron los conocimientos técnico-científicos de la agronomía, al mismo tiempo que se buscó poner en valor los conocimientos locales en torno a los modos de producción. 

Al mismo tiempo, a través del tukulpanzugu (memoria) de los futxakeche (o personas mayores) y el trabajo bibliográfico se han sistematizado los distintos procesos históricos del territorio de Tranaquepe. Esta iniciativa aún se está llevando a cabo y espera terminar una primera etapa de Propuesta de Ordenamiento Territorial Sustentable para intentar fijar un precedente frente al cuestionamiento sobre ir un paso más allá de la entrega de tierras, repensando las políticas en contexto mapuche, y avanzar en metodologías que rescaten los aportes de distintas disciplinas y pongan en valor los conocimientos locales, para dar respuesta a las problemáticas del pueblo Mapuche, con un foco en sus derechos y cosmovisión.

Victor Caniuñir Railaf

Antropológo IEII

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